Cada año trae consigo una nueva paleta de colores en la decoración de interiores, y este año no es la excepción. Una de las principales tendencias cromáticas que está dominando el mundo del diseño es el verde salvia, un tono suave y natural que evoca la serenidad de la naturaleza. Este color se ha convertido en un favorito tanto para paredes como para muebles, ya que ofrece una base neutra que puede complementarse fácilmente con otras tonalidades. Además, el verde salvia aporta una sensación de calma y frescura, lo que lo convierte en una excelente opción para salas de estar y dormitorios.

Otro color que está ganando popularidad este año es el terracota, una tonalidad cálida y terrosa que aporta un aire rústico y acogedor a cualquier espacio. Este tono, que recuerda a la arcilla y los paisajes desérticos, se utiliza tanto en acentos decorativos como en paredes, ofreciendo una calidez que contrasta bien con muebles de tonos claros. Los interiores con detalles en terracota se ven modernos, pero a la vez mantienen un toque tradicional, lo que lo convierte en un color versátil para combinar con estilos contemporáneos o vintage.

El azul profundo también se mantiene como uno de los colores de tendencia, especialmente en cocinas y baños. Este tono de azul, que se acerca al azul marino, ofrece una sensación de sofisticación y elegancia sin ser demasiado oscuro o pesado. Combinado con materiales como el mármol blanco o el oro en los detalles, el azul profundo transforma cualquier espacio en un ambiente lujoso y refinado. Además, este color puede funcionar como una excelente opción para crear contraste en interiores dominados por tonos claros o neutros.

Los colores neutros cálidos como el beige y el crema también están teniendo un regreso importante este año. A diferencia de los neutros fríos que dominaron temporadas pasadas, los neutros cálidos aportan una sensación más acogedora y hogareña. Estos tonos suaves son ideales para crear espacios serenos y atemporales, perfectos para quienes buscan un ambiente relajado. Además, los neutros cálidos permiten mayor flexibilidad al incorporar colores de acento vibrantes o elementos naturales como la madera.

Finalmente, los colores pastel como el rosa empolvado, el amarillo suave y el lavanda han encontrado su lugar en la decoración de interiores este año. Estos tonos claros y delicados añaden un toque de frescura y dulzura sin saturar el espacio. Utilizados en detalles decorativos o en muebles de acento, los pasteles pueden revitalizar cualquier habitación, haciéndola más ligera y agradable visualmente. Además, se combinan perfectamente con las tendencias naturales, aportando un aire suave y relajante a los interiores modernos.