Edoardo Rossi nace en Italia …Pintor, escenógrafo, diseñador, comenzó a trabajar muy joven, a finales de los años sesenta, con un decidido compromiso social y defensa de las tradiciones. La escena abierta sobre la vida, que es arte, sigue siendo su punto de referencia. Edoardo Rossi, inventor de estructuras de ensamblaje pictórico y de escenas de vida, revela de inmediato la centralidad de un discurso cultural que no renuncia a la ética de la historia y las raíces, mientras se interroga sobre el futuro y se compromete a construirlo en dimensiones humanas. Sus obras se precisan en amplio respiro, se articulan atrayendo con señales geométricas que, en realidad, se configuran como una trampa del espacio que te encadena a la imagen para disfrutar y considerar en la sustancia humana. Los materiales pobres le han permitido, en los años de la denuncia social, representar plenamente los desequilibrios más dramáticos y penetrantes. Tenaz defensor de los valores de las raíces, contra el falso bienestar, investiga las sombras que quedan como huellas en las paredes de los caseríos, donde lo que queda del mito antiguo convive con testimonios de vida. Edoardo Rossi está convencido de que la tradición, la memoria y el trabajo son los únicos instrumentos que podrían devolver a sí mismos a los hombres divididos, sin verdadera libertad, arrancados de las raíces de su propia historia por una manipulación perversa que los quiere como instrumentos ignorantes e incapaces de pensar, especialmente en el triunfo de las tecnologías avanzadas, siendo de hecho desesperados, obligados a ser GUERREROS. Guerreros vivos, defensores actuales de ideas y libertades individuales, listos para defender su propio ser y mostrar al nuevo mundo que en cada cambio es necesario conservar íntegra la memoria.